El cambio como camino

César García Sáez , mentor en los talleres de producción comparte su reflexión final sobre su experiencia en Madrid Escucha:

Las dos semanas de Madrid Escucha volaron como una exhalación. Fueron días intensos, en los que se intercalaron las sesiones con los técnicos con otros momentos para la reflexión y la síntesis.

Como todo proceso creativo Madrid Escucha tiene sus altibajos, momentos de avance y bloqueos importantes, en los que el grupo debe replantearse cuáles son los objetivos alcanzables. También son de vital importancia las motivaciones de cada una de las personas para embarcarse en esta aventura, para remar junto a sus compañeros improvisados buscando un destino común.

De esta primera edición de Madrid Escucha me llevo tres ideas clave:

1. Alineación de promotores y técnicos: a menudo pensamos que el mundo del activismo ciudadano está totalmente desconectado de la administración, que hace oídos sordos a estas movilizaciones. Durante las numerosas reuniones entre técnicos y participantes muchos han descubierto con sorpresa cómo ambas partes estaban trabajando sobre temas similares, e incluso cómo sus planteamientos y marcos de referencia eran similares. Madrid Escucha ha ofrecido una magnífica oportunidad para poder romper estos prejuicios y preconcepciones, hablando de persona a persona y tratando de colaborar en ambos sentidos de una forma muy natural y flexible (dentro de los límites temporales del formato).

2. Lo que obtienes está en relación directa con lo que aportas: esta convocatoria de Madrid Escucha ha reunido a multitud de personas con distintos perfiles, trasfondos y experiencias vitales. Según la situación particular de cada uno, ha podido asistir a más o menos sesiones y dedicar tiempo en la semana intermedia para avanzar en su proyecto. En este tipo de procesos, el aprendizaje está emparejado a la dedicación, a la profundidad con la que cada uno quiera bucear en un tema, encontrándose en un entorno propicio para contrastar y elaborar modelos más ricos y complejos de los que haría cada uno por su propia cuenta.

3. Madrid Escucha como comienzo: todo proceso de cambio duradero requiere la alineación a largo plazo de muchos agentes. Este encuentro ha servido como primer paso, como inicio de una serie de comunidades primigenias que reúnen a personas con las mismas inquietudes y cuestiones. Espero que podamos observar durante estos próximos meses cómo maduran estos equipos y cómo van mutando para conseguir llevar a cabo el cambio que proponen en la ciudad.

Para algunos equipos, la propia experiencia de Madrid Escucha habrá sido suficiente, para crear un prototipo, para trabajar con otras personas y conocer otros puntos de vista sobre el cambio en las ciudades. Para otros equipos, esta convocatoria sólo habrá sido un inicio, un momento de inspiración, del que salir reforzados y acompañados para acometer los cambios planteados.

Se hace necesario por tanto, una vez acabada la convocatoria, articular el camino posterior, facilitar el encuentro de aquellos equipos que quieran continuar con su trayectoria y apoyar estos procesos de transformación urbana.

De cara a futuras convocatorias, considero clave sumar a los participantes de estas primeras ediciones para que cuenten y narren sus experiencias posteriores. Solo a través de este tipo de prácticas se podrá crear una verdadera comunidad de aprendizaje en torno a la participación ciudadana, que transcienda el formato de convocatoria individual para enlazarse con los que vinieron antes y los que tendrán que venir para construir las ciudades del futuro.